Sé que dije que tocaba Granada, que iba a ir por orden cronológico y tal, pero nada más publicar el primer post sobre Córdoba, caí en la cuenta de que había hecho otros viajes antes, bueno, más que viajes (aunque el de Italia, si que lo fue) excursiones de un día a lugares cercanos de Madrid, como por ejemplo Toledo.
Fue anterior a Córdoba, muy anterior, finales del 96 o principios del 97, pero me llevé una grata impresión de la ciudad (más tarde volvería con Vanesa, a comprar una Katana…no preguntéis para que era jejeje). Toledo es una ciudad, pequeña, muy pequeña, para los que estamos acostumbrados a vivir en las grandes ciudades, pero es precisamente eso, lo que le da un encanto especial porque en muy poco tiempo se pueden recorrer y sentir sus calles, impregnadas de las influencias de varias de las culturas importantes en la historia como la hebrea, la musulmana y la cristiana.
Bañada por el Tajo y presidida por el impresionante Alcázar, el recorrido por Toledo está lleno de Mezquitas, Sinagogas, y puentes románicos que te hacen recorrer la ciudad disfrutando y comparando distintos estilos arquitectónicos y comprobar «in situ» como, por ejemplo, la cultura cristiana no tiene nada que ver con la musulmana.
A destacar de la ciudad, cómo no, el Alcázar, una gran mole rectangular que se eleva a mas de 500 metros sobre el rio Tajo y la ciudad y desde el que se pueden observar una vistas maravillosas; el Puente de Alcántara (reconstruido en el siglo X), y la catedral Primada.
Me gustaría poder aportar más información, pero no recuerdo mucho más (de hecho el recuerdo más nitido que tengo, es escuchar, a la vuelta, un partido de España contra Albania, en el que Julen Guerrero marcó un hat trick jejeje). Además tampoco puedo poner ninguna foto de ese viaje, porque no tengo, eso si, lo que si puedo asegurar, que Toledo es una ciudad perfecta para hacer una escapada, bien un sábado o un domingo y pasar el día, porque además se come muy pero que muy bien.